A UN AÑO DEL TERREMOTO DEL 27 DE FEBRERO.

Hoy de madrugada se  cumplió el primer año, del violento terremoto que sacudió el centro sur de nuestro país y posterior tsunami que inundó algunas ciudades costeras, principalmente en la séptima y octava región aumentando la cifra de muertos y heridos, una experiencia fuerte para todos que nos toco vivir ese momento y para quienes perdieron algún familiar. Los sismos y terremotos  en nuestro país son una constante y tarde o temprano todas las generaciones van ingresando a esta realidad  y en los recuerdos de vida siempre quedara grabado este tipo momentos.

En Rengo, una vez  concluido el sismo, se pudo apreciar un descontrol generalizado, gran movimiento vehicular en las calles, con el peligro de que esto generara alguna colisión, el  alumbrado público estaba interrumpido y los semáforos estaban fuera de servicio por falta de energía eléctrica.

Ya con la luz del día nos enfrenamos a una impactante realidad  y se pudo apreciar que las  construcciones de adobe fueron las mas dañadas, de las cuales casi en 100 %  de ellas tuvieron que ser demolidas, el cruce de acceso a Rengo cedió en su loza en   35 centímetros con un deslizamiento  aproximado de  45 centímetros  hacia el norte, el cual se pudo utilizar recién después de casi 4 meses, los departamentos de  la Villa San Francisco muchos de ellos quedaron inhabitables, las bodegas de la estación cedieron y quedaron en su totalidad en el suelo, el suministro de agua potable volvió a media mañana del día Sábado, por lo menos en el sector urbano, no así en el rural, mientras tanto la energía eléctrica se normalizó cerca de las 23 horas del 28 de febrero en algunas localidades.

El epicentro del terremoto del 27 de Febrero se ubicó, frente a las localidades costeras de Cobquecura  y  Curanipe, cerca de 150 kilómetros al noroeste de la cuidad de Concepción y a 63 kilómetros al suroeste de la comuna de Cauquenes y a 30,1 kilómetros de profundidad bajo la corteza terrestre, El sismo, tuvo una duración de cerca de 2 minutos 45 segundos, al menos en nuestra ciudad y  fue percibido en gran parte de Sud América con diversas intensidades.

Las zonas más afectadas por el terremoto fueron las regiones de Metropolitana, Valparaiso, O´higgins, Maule, Biobío y la Araucania, que acumulan más de 13 millones de habitantes, cerca del 80% de la población del país. En las regiones del Maule y del Biobío, el terremoto alcanzó una intensidad de IX grados en la escala de Mercalli, arrasando con gran parte de las ciudades como Constitución, Cobquecura, Concepción y el puerto de Talcahuano. En las regiones de La Araucanía, O’Higgins y Metropolitana, el sismo alcanzó una intensidad de VIII provocando importante destrucción en la Capital,Rancagua y en localidades rurales.

Por su parte un fuerte tsunami impactó las costas chilenas como producto del terremoto, destruyendo varias localidades ya devastadas por el impacto telúrico. Juan Fernández, pese a no sentir el sismo, fue impactado por las marejadas que arrasaron con su único poblado llamado San Juan Bautista. La alerta de tsunami generada para el Océano Pacífico  se extendió posteriormente a 53 países ubicados a lo largo de gran parte de su cuenca,

El sismo es considerado como el segundo más fuerte en la historia de nuestro país y uno de los 5 más fuertes  registrados por la humanidad, solo es superado a nivel nacional por el terremoto de Valdivia del año 1960, el de mayor intensidad registrado por el ser humano mediante sismómetros. 

La Región de O’Higgins enfrentó diversos daños, aunque estos alcanzaron mayor notoriedad en el mundo rural. Varias comunidades quedaron aisladas y la comunicación con ellas tardó considerablemente respecto a las zonas urbanas. Gran parte de las viviendas de la zona, construidas de adobe, quedaron completamente destruidas o inutilizables.

Edificios patrimoniales  quedaron seriamente  dañados, en la parroquia de Pelequén  cedieron los soportes, que sostenían la cúpula de cobre precipitándose al interior  de la Iglesia destruyendo gran parte de la techumbre y murallas laterales, la antigua Capilla de Guacarhue en Quinta de Tilcoco cuya construcción era antiquísima  no soportó lo fuerte del terremoto y se vino abajo quedando destruida en su totalidad.     

 El terremoto del 27 de Febrero puso de manifiesto que nuestro país , no esta  tan desarrollados ni tan modernizados como se cree , los sistemas de alarma eran muy básicos , el fracaso del modelo de sociedad que se viene impulsando desde comienzos de los ochenta mostró su fracaso ético en los saqueos. En resumen  la misma piedra nos va a hacer tropezar millones de veces , el hecho de  vivir en una tierra compulsiva no hace ser inestables y que en muchos casos son más valiosos ciertos bienes intangibles como la cultura , en vez del materialismo salvaje que mueven hoy a nuestro país.

Imágenes gentileza de Sandra Sanfurgo Mejías

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